Este artículo está basado en un artículo de blog de Zone3, escrito por Bryan Mineo, fundador de One With The Ocean. Traducido por Frivannsliv (nos reservamos el derecho a posibles errores).
La elección de exponerse al frío puede parecer una idea extraña. ¿Pero hemos descubierto una fuente secreta de juventud en el frío? Posiblemente. Independientemente de cómo experimentes el frío, en realidad es posible desarrollar tolerancia e incluso aprender a apreciarlo.
La aclimatación es, por definición, "acostumbrarse a un nuevo clima o entorno". Esto nos dice que existe un proceso para sentirse cómodo con algo nuevo. Esto nos da la oportunidad de ser pacientes con nosotros mismos, ya que un nuevo entorno suele ser muy diferente al que estamos acostumbrados. Nuestros cuerpos ya tienen mecanismos integrados para controlar la temperatura corporal y conservar el calor cuando es necesario, p. "piel de gallina", que reduce la cantidad de calor liberado del cuerpo, o escalofríos que generan calor. Nuestra tarea es entrenar al cuerpo para que tolere el frío, y existen algunos métodos muy efectivos para lograrlo.
Dado que la mayor parte del tiempo lo pasas en tierra, aquí es donde debes prepararte para el frío del agua. Siendo constante conseguirás los mejores resultados. Pero tómate el tiempo necesario, no hay un camino rápido hacia el objetivo y, lo que es más importante: acostumbrarte a las temperaturas más bajas debe hacerse de forma segura, con un enfoque controlado y específico. Es interesante porque los primeros días de entrenamiento pueden ser terribles, mientras que después de una semana puede ser lo más destacado del día e increíblemente energizante.
Pruebe estos sencillos ejercicios:
1. Tener una temperatura más baja en casa. Este es un enfoque sutil que no requiere nada de su tiempo.
2. Use una capa de ropa más pequeña de lo que normalmente usa. Déjate la chaqueta puesta, pero empieza con cuidado.
3. Reemplaza el edredón por una manta.
4. Aumente la ventilación en el hogar, una mayor circulación de aire frío entrenará los receptores de frío del cuerpo para que se activen.
Haz ejercicio en el agua... en casa...
El entrenamiento en seco es crucial para sentar las bases de la adaptación al frío y, al mismo tiempo, prepararte física y mentalmente para afrontar el agua fría. La temperatura que te rodea tiende a ser más fácil para el cuerpo adaptarse, así que comienza el proceso con paciencia.
Comience los ejercicios en el baño o la ducha. No uses agua fría cuando te bañes/laves, sino toma, por ejemplo, primero la ducha normal, y luego baja la temperatura gradualmente. Y recuerda que siempre se utiliza menos agua en el baño que en la ducha.
Cuando se trata de “baños de hielo”, es importante precisar que no debe haber hielo en el agua para que sea efectivo. Después de todo, no vas a nadar en un mar helado. Lleve un termómetro de baño en el baño, para empezar será suficiente mantener la temperatura entre 12 y 18 grados, y luego vaya bajando. Es más importante aumentar gradualmente el tiempo en el baño que bajar la temperatura. Fíjese un objetivo, por ejemplo aumentar la duración de cada baño en un minuto. Y recuerda: Tumbarse tranquilamente en una bañera con agua fría es más exigente que nadar y moverse en el agua fría del mar.
Entrena más en el mar
Hacer ejercicio de forma constante es la fuerza impulsora del progreso, y lo mismo ocurre con nadar en agua fría. Mantén el foco principal en la respiración cuando estés parado en la playa o en la orilla del agua. Piense en "inhalar" cuando inhale y en "exhalar" cuando exhale. Esto ordenará tus pensamientos y los alejará de "¿por qué estoy haciendo esto?", "¡vaya, hace TAN frío!" y pensamientos similares. Permita que la mente se concentre en aquello que puede controlar: la respiración.
Un trote corto con el traje de neopreno puesto puede ayudarte a calentar antes de entrar al agua. Elija el método de calentamiento que mejor se adapte a usted y a su cuerpo. Da un paso hacia el mar. Manténgase concentrado y mantenga su ritmo cardíaco bajo. Continúe lentamente hasta que tenga agua hasta la cintura. Luego te salpicas agua en la cara, esto permite que el cuerpo supere la respuesta del choque frío. Tu cara tiene la mayor cantidad de receptores de frío y salpicarte agua fría en la cara le dirá a tu cerebro qué hacer. Continúe caminando hacia adelante con cuidado hasta que el agua le llegue a los hombros y comience a nadar. No te centres en la velocidad ni en la técnica, simplemente nada relajado y sin estrés.
Cuando el agua está demasiado fría
Todos tenemos nuestros límites en la vida y comprender nuestras limitaciones físicas y psicológicas es de crucial importancia. Comprueba la temperatura del agua antes de nadar. Luego podrás evaluar si esto es algo para lo que estás entrenado o no, y luego prepararte mentalmente para la sesión de natación si ves que es algo que quieres hacer.
Tienes que estar atento a estas señales, decide cuándo es suficiente:
1. Temblando
2. Confusión
3. Agotamiento o cansancio
4. Manos torpes o la infame "garra" cuando empiezas a perder la función de tus manos
5. Habla arrastrada
6. Somnolencia
7. Pérdida de memoria
Nuevamente, tómate el tiempo necesario para acostumbrarte al agua fría. No lo pasas mal. Por lo general, los síntomas anteriores ocurren cuando alguien nada en agua para la que no ha entrenado para adaptarse.
Hay un fenómeno extraño que ocurre cuando estás entrenado para el frío, y es que de repente quieres estar en el agua fría. Probablemente haya una explicación para lo que sucede psicológicamente, pero el trabajo duro y dedicado que pones en este proceso brinda un tipo de energía y sensación diferente a otros entrenamientos físicos. ¡Disfruta esto y comparte la alegría con los demás también!
Vea a Bryan Mineos o la organización sin fines de lucro One with the ocean en Instagram.
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En este artículo, puedes leer a Chloe Rafferty, directora de Love SwimRun y entrenadora de natación en aguas abiertas de STA, sus consejos sobre cómo nadar de forma segura cuando el mar está frío.
Ed. Nota: Es muy importante que tú que vayas a nadar en el mar sepas que tu cuerpo puede soportar este esfuerzo. Hable con su médico si no está seguro y suspenda inmediatamente si no está seguro de si lo que está haciendo es saludable.